TENDER PUENTES PARA LA BICICLETA

La puesta en marcha de una vía clara y abierta por parte del Ayuntamiento con los dos principales colectivos ciclistas de la ciudad para consensuar la ampliación de la red de aparcamientos bici, es una buena noticia para todos.   Por lo visto, según fuentes consultadas, han sido varias las reuniones que el Ayuntamiento ha mantenido con Guardabarros y Amigos de la bici, y ello nos agrada por cuanto se establecen cauces de participación ciudadana en torno al desarrollo de infraestructuras ciclistas de bajo coste y fundamentales para amplificar el uso de la bicicleta. 

La ampliación consolidará por fin la red de aparcamientos bici municipales que, comparada con la universitaria, no llega ni a la mitad en número de plazas disponibles.  Una red, la universitaria, consensuada en su momento con Guardabarros y que ha supuesto varias cuestiones de indudable relevancia:

1. La universidad, como institución muchas veces impermeable hacia asuntos de logística e implicación local más allá de las aulas, abre manifiestamente su "estudio" al asesoramiento de una asociación que, aunque alguien pueda pensar lo contrario, conoce muy en profundidad las necesidades y requerimientos del transporte en bicicleta.

2. Las consecuencias de tal implantación allá por el año 2006 (fecha en la que se elabora el documento técnico), ha catapultado el uso de la bicicleta entre la comunidad universitaria.  Es tal el aumento, que durante unos años la USAL fue referente entre otras universidades que mostraron interés por cómo se había hecho.   Recomendamos brujulear por la sección de proyectos de la Asociación Guardabarros.

3. A ello se sumó la implantación de uno de los primeros alquileres de un parque de bicicletas en una universidad española. Un sistema precursor de los que luego vinieron en el ámbito municipal, mucho más sofisticados, caros y alejados de la implicación inicial que mantuvo la USAL con otras instituciones sin ánimo de lucro.

Con la inminente ampliación de la red de aparcamientos de Salamanca, gracias a la elaboración de valiosos documentos técnicos que las asociaciones han ido presentando durante los últimos años, se pone de relieve lo siguiente:

1. El Ayuntamiento reconoce de algún modo a los colectivos ciclistas como garantes de un conocimiento técnico y práctico, tal vez desconocido para las instancias de Íscar Peyra donde están las sedes de las áreas de medio ambiente e ingeniería civil.

2. La voluntad de encontrar acuerdos e implicar a la ciudadanía es un signo de mayor y mejor "gobernanza" y pluralidad en un escenario social y urbano pendiente de mejoras en torno a la movilidad en bicicleta.  Posiblemente se trate de un nuevo modelo de hacer ciudad como consecuencia de otros sucesos más accidentados.  Esperemos que no se trate de una postura fruto del temor, sino más bien de la buena voluntad y vocación participativa.  En cualquier caso, se trata de una nueva "era" para la gestión de la movilidad en Salamanca. Especialmente, cuando además de sentarse para hablar de bicicletas, también se han sentado a la mesa unos y otros para discutir aparcamientos subterráneos...

3. Han pasado muchos los años desde que en los años 90 (según cuentan algunas personas de reconocido prestigio entre las asociaciones ciclistas), los técnicos solían "patear" la ciudad escuchando atentamente la opinión de ciclistas dejándose asesorar para ubicar correctamente los soportes para anclar bicicletas.  Entre aquellos aparcamientos iniciales pero hoy escasos y los que se van a colocar en breve, existe un tiempo perdido que no recuperaremos.   

Contamos con que el nuevo ciclo que se vislumbra y los preceptos establecidos entre la administración local y los colectivos, depare mejores tiempos para la bicicleta y, en definitiva, para toda la ciudadanía.  Que la implicación del Ayuntamiento esté inspirada en entender y aceptar que no son solo ellos -unilateralmente- los garantes de la cuestión ciclista. 

Se ha creado en esta ciudad una falsa imagen en torno a determinados colectivos que lo único que hacen y pretenden -con aciertos o no-, es defender y contribuir a que podamos disfrutar de un mundo mejor. Con el sencillo, llano y honesto deseo de pensar también en los demás.