CARTA AL ALCALDE DE SALAMANCA

Querido Sr. Mañueco,

Salamancaenbici en un portal abierto a todas las personas que por unas razones u otras están interesadas en que Salamanca se convierta en una ciudad amable y agradable para circular en bicicleta.  Por eso intentamos informar y opinar a la ciudadanía siempre en clave propositiva sobre cómo construir entre todos una ciudad mejor para todos y en la que circular en bicicleta no se convierte en un deporte extremo.

Por fortuna hemos viajado alén del Tormes y hemos comprobado que existen ciudades repartidas por el mundo en donde la bicicleta es uno de los pilares fundamentales del transporte.  Ciudades en donde el usuario ciclista no es un ser extravagante, un ciudadano carente de sentido común ni de inquietudes, tampoco un ciudadano de segunda.  Arquitectos, profesionales liberales en general, funcionarios, médicos, padres o madres y estudiantes de toda condición, utilizan la bicicleta a diario.  Pero como no se trata de compararse ni de tomar modelos foráneos adaptados a los contextos particulares de cada ciudad, nos centraremos en nuestra ciudad.

Salamanca cuenta con una red de carriles para bicicleta segregados del tráfico en forma de círculo, es decir, una red que discurre por los alrededores de la ciudad sin tener en consideración que tal vez, el ciudadano corriente, no necesariamente atraviesa la ciudad por su periferia, sino por aquellas calles más directas y que conectan un lugar con otro de la ciudad por el itinerario más corto. Como sabrá Sr. Alcalde, esta es la definición de una recta y no la de un círculo.  Es por ello, que no entendemos por qué a golpe de 2012 aún no contamos en Salamanca con itinerarios urbanos en los que se garantice la seguridad y el respeto al ciclista conectando espacios de la ciudad por las mismas calles que usted tomaría si fuera caminando al trabajo. Queremos hacerle ver que construyendo "carriles bici" no se practica una movilidad sostenible en sentido estricto. 



De hecho, sospechamos que usted y los técnicos municipales siguen entendiendo la circulación en bicicleta como algo exclusivamente propio del fin de semana y con la familia. Está en lo cierto, si.  Aunque nosotros no estamos hablando ni de ocio y tiempo libre, ni tan siquiera de deporte.  Estamos hablando de transporte en bicicleta. A poder ser entre semana. Nos referimos a la bicicleta como el vehículo idóneo para ir al trabajo o a la facultad o, sencillamente hacer recados o ir incluso a hacer gestiones al ayuntamiento.  Para todo esto, no se requiere necesariamente de itinerarios pintados de verde ni de rojo, segregados y construidos en su mayoría -como en nuestra ciudad- sobre las aceras y paseos peatonales.  Esta última circunstancia sin duda ha supuesto la aparición de un conflicto entre ciclistas y peatones que poco tiene que ver con la movilidad sostenible.  Dirá ahora, es que las ciudades mediterráneas son compactas y no hay sitio para meter más carriles. Posiblemente lo que sus técnicos. No. Es un error pensar eso.  No se trata de sumar carriles, se trata de adaptarlos pensando que en un futuro inmediato habrá menos coches y cuando alcaldes como usted no transformen el entramado urbano, vendrán impuestas limitaciones para la circulación motorizada y deberes pendientes para la promoción de la circulación de transportes sostenibles.  Incluso, si usted no lo hace a tiempo y no se adelanta, se lo demandarán los ciudadanos. Estará pensando, pero si los ciudadanos quieren aparcar delante de su casa y por cada plaza de aparcamiento que quito, pierdo popularidad y votos.  Tal vez esté en lo cierto pero escuche, existen soluciones.

La movilidad sostenible es un derecho que consiste en distribuir y organizar la circulación de todo tipo y, en general, los espacios públicos de una ciudad, de tal forma que se primen los medios de transporte sostenibles (bus, bicicleta o a pie) frente a los contaminantes (coches) teniendo en cuenta además que la opinión y participación de la ciudadanía es una de las bazas de esa organización.  Pero lo mejor de todo es que es un derecho también y, que, si no queremos que nuestra desidia actual afecte a las generaciones futuras, la movilidad sostenible debe reducir o disuadir del uso del coche y favorecer el uso de la ciudad de otra forma.  ¿Cómo se hace eso? Pues verá.

Para ello existen dos formas, mediante las infraestructuras -que es lo que usted y el anterior alcalde vienen haciendo hasta ahora y de una forma un tanto sesgada y fatalmente "cochista"- y también mediante la educación, la sensibilización, la participación, la publicidad o, mejor aún, creyéndoselo sin más.  Si, efectivamente.  Si usted se lo cree seguro que podrá convencer a esos ciudadanos que protestan por ver bicicletas en calles paradójicamente abarrotadas de coches, a  aquellos que por no poder aparcar en el centro o delante de su portal gratuitamente se quejan sin cesar o, incluso, a los que demandan ir en coche mejor y más rápido por las calles de nuestra ciudad. Usted recordará, pero si tenemos la Semana Europea de la Movilidad, el Día del Medio Ambiente, los seminarios técnicos sobre Smart Cities, los carteles que adornan la ciudad con información de SALENBICI o el mismo SALENBICI.  Verá, eso está bien pero no es suficiente ni tan siquiera a veces eficaz y pertinente.  Debe usted ir más allá y sentarse con su conciudadanía y escuchar sus propuestas e inquietudes, exponer abiertamente qué es lo que usted cree y llegar a conclusiones.  Incluya a los taxistas, a las autoescuelas, a las asociaciones ciudadanas de todo tipo y condición, a las comunidades de vecinos, a los conductores de autobús, a los colegios, a los institutos, a la universidad.  Todos ellos y muchos más intervienen en los flujos de transporte y conforman el día a día de la movilidad en la ciudad de Salamanca. 

Habrá que convencerles, eso sí, de que en Salamanca cada vez más se irá imponiendo un modelo sostenible de tansporte en el que se dará preferencia al transporte colectivo con carriles exclusivos o compartidos, en el que se dará prioridad a los ciclistas en ciertas calles, se limitarán las velocidades drásticamente, se crearán áreas 30 y se avanzará hacia la peatonalización de plazas y calles como la Plaza del Oeste, Palominos o Serranos, la red de aparcamientos bici se ampliará y habrá aparcamientos a las puertas de los edificios, existirá un foro ciudadano por la movilidad sostenible, se celebrará la semana de la bici y del peatón,  los colegios idearán su camino escolar seguro a pie y en bicicleta, en fin, muchas ideas que le brindamos para que se lo vaya pensando.

¿Por qué cree usted que en Salamanca no hay ningún colegio que apueste por que su alumnado se desplace en bicicleta? ¿Porque es muy peligroso verdad?.  Efectivamente, es peligroso. Pero, ¿qué es está haciendo para reeducar y concienciar de otra forma a los conductores que dominan el panorama del transporte en la ciudad?  Es curioso, pero en la ciudad donde usted gobierna, un 66% de los desplazamientos se hacen a pie y, en cambio, los coches invaden cada calle  de la ciudad deteriorando espacios públicos que tal vez son soberanía de la mayoría: los peatones.  Si su equipo de técnicos consiguiera que el tráfico se redujese tanto en intensidad como velocidad haciendo que los salmantinos se cambiaran al autobús o a la bicicleta, tal vez podríamos aceptar que se está practicando una movilidad sostenible.  Mientras tanto Sr. Mañueco, no nos hable de movilidad sostenible.

En definitiva, Sr. Mañueco, es bastante simple. Comience por darse un paseo en bicicleta junto a sus técnicos por la Avda. Mirat y Alemania, el Paseo de Canalejas o la Gran Vía y entenderá por qué los ciclistas en el asfalto son pocos y los que hay son avezados y con experiencia.  Comprobará que tal vez existe violencia vial y que la desigual situación de los ciclistas impide que las mamas y papas dejen ir y venir a sus hijos al cole en bicicleta y, en consecuencia, los lleven en coche. Se dará cuenta de que los que van por la acera incomodan a los peatones porque si lo hacen junto a los coches se juegan la vida.  Comprobará que efectivamente, en bicicleta, se llega a los destinos más rápido, se es solidario con el resto de la ciudadanía y además se puede ir hasta bien vestido.  Si usted lo practicase, como cada uno de nosotros diariamente, verá que para ir de la estación de trenes hasta el campus Unamuno el mejor itinerario no es el que costó cientos de miles de euros, sino el que ofrecen calles céntricas que, aunque más peligrosas, son las del sentido común.  Apacigüelas, cálmelas, transforme la conciencia de la ciudadanía con su firme convicción de que una ciudad más segura, más amable y más moderna es perfectamente viable.

Sr. Mañueco, esto le interesa, comience probando en bicicleta y verá que la solución es creérselo.  Tal y como nos lo creemos nosotros desde hace años. ¿y por qué? porque un día probamos a descubrir la ciudad de la mejor forma posible: en bicicleta.


2 comentarios:

  1. "Ciudades en las que el usuario ciclista no es un estravagate o falto de sentido común", no creo que mucha gente piense así.
    Se pueden mejorar muchas cosas, cierto, básicamente profundizando en la idea de respeto y educación, pero decir que uno se juega la vida por llevar a su hijo en la bici al colegio me parece una tremenda exageración y contribuir a la idea de que utilizar la bici es de héroes lo cual es falso y a las pruebas me remito, cada vez hay más gente normal utilizando la bicicleta.
    Pero por supuesto que hay que intentar mejorar las cosas, no se me malentienda, solo es que no soy amigo de las exageraciones.
    En general me parece que el tono de la carta peca demasiado de aleccionador, no creo que cause buena impresión.

    ResponderEliminar
  2. reblogueado en http://mejorporlacalzada.blogspot.com.es/2012/07/nuevo-plan-de-movilidad-urbana.html

    ResponderEliminar

Salamancaenbici es un espacio abierto en torno a las dos ruedas y a la ciudad. Una ciudad con más bicis es más ciudad.