Karl Drais.
Natural de
Karlsruhe, Alemania.
1,71 metros, complexión
fuerte.
Pelo oscuro y
enmarañado, ojos claros.
Inspector
forestal de profesión. Poeta, pintor de atardeceres e inventor de afición.
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LONDON:
Printed by George Edward Eyre and William Spottiswoode.
Printers
to the Queen´s Majesty. 1857
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Sus inventos pasan
desapercibidos hasta 1817, cuando su “máquina de correr” (primera bicicleta)
arrasa en el mercado. Nacida para democratizar el transporte, triunfa porque
una fuerte crisis hace difícil el caballo, imposible el automóvil. Causa furor.
En Berlín, un loco le pone alerones. En Leipzig, otro loco recorre 40 kilómetros en 3
horas. Al acabar la crisis, el caballo y el automóvil vuelven a las calles.
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LONDON:
Printed by George Edward Eyre and William Spottiswoode.
Printers
to the Queen´s Majesty. 1857
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En 1851, Karl muere
en la más absoluta de las miserias. Y viendo que también su “máquina de correr”
ha fracasado.
Su último
atardecer lo pinta todo gris. Únicamente, en una esquinita, dos pinceladas de
color. Una, por si el futuro trae nuevas crisis, y otra, porque, quién sabe, tal
vez nunca se acaben los locos.
Puede que sí.
La Mujer del Tiempo.
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